El empleo de técnicas de conducción económica
permite ahorrar a los automovilistas hasta un 15% anual de combustible
provocando a su vez una disminución de la contaminación
El estilo de
conducción incide en gran medida en el consumo de cualquier automóvil, ya que
los conductores tienen determinadas costumbres que aumentan el gasto en
combustible y que, en ocasiones, aceleran el envejecimiento del vehículo. Estos
malos hábitos pueden corregirse siguiendo unos sencillos consejos al volante y
en el mantenimiento del vehículo.
Poner el
coche en funcionamiento ya consume energía, pero, a diferencia de lo que la
gente suele creer, lo hace de forma muy controlada poniendo en marcha el motor
con el mínimo esfuerzo posible, por lo que siempre debemos arrancar sin
acelerar. La manera de comenzar la marcha será distinta dependiendo de la clase
de motor, por ejemplo, si el motor es de gasolina nos pondremos en marcha
inmediatamente después del arranque. Sin embargo, si se trata de un motor diesel tendremos que esperar
aproximadamente tres segundos antes de empezar a circular para permitir que la bomba de aceite engrase el motor.
La forma más
eficiente de conducir es hacerlo en las marchas más largas posibles manteniendo
el motor a bajas revoluciones puesto que el vehículo avanza más con un menor
esfuerzo energético. Así, el correcto empleo de la caja de cambios es vital
para el ahorro, por lo que debemos prestar atención al cuentarrevoluciones o
guiarnos por el marcador de velocidad.
Por regla
general, en los motores de gasolina la aceleración y el cambio de marcha debe
realizarse cuando se han alcanzado las 2.000 o 2.500 rpm. En cuanto a los
diesel, lo haremos entre las 1.500 y 2.000 rpm. Si preferimos orientarnos
mediante la velocidad utilizaremos la primera velocidad únicamente para iniciar
el movimiento cambiando a segunda velocidad una vez recorridos seis metros
desde la puesta en marcha; de segunda a tercera a partir de los 30 km/h; circularemos en
cuarta a partir de los 40
km/h e insertaremos la quinta velocidad si conducimos
por encima de los 50 km/h.
Durante la
conducción mantén la velocidad lo más uniforme posible evitando frenazos
bruscos. Para ello, en las reducciones es aconsejable ir parando el vehículo
con el freno y reducir en el último momento. Mediante esta técnica no sólo se
reduce el consumo, sino que ayuda a disminuir la contaminación acústica.
También es
importante mantener el motor a ralentí el menor tiempo posible puesto que, en
contra de la creencia popular, en punto muerto el vehículo tiene un consumo
fijo de aproximadamente medio litro de carburante por hora.
Si
pretendemos ahorrar combustible es más aconsejable poner una marcha larga y
dejar que el automóvil ruede con ella sin acelerar. De esta forma el movimiento
de las ruedas mantendrá el motor en marcha y, a más de 20 km/h, el consumo de
gasolina será nulo. Ayuda a ahorrar energía el uso racional de los accesorios
del vehículo. Se recomienda utilizar los elementos del sistema eléctrico como
el aire acondicionado sólo cuando sean imprescindibles y a temperaturas
moderadas de forma que el gasto sea menor.
También hay
que evitar situaciones desfavorables para una conducción económica como viajar
con las ventanillas abiertas y llevar elementos exteriores (la baca o cajones)
si no se están utilizando porque estos añadidos modifican la aerodinámica del
automóvil provocando que el consumo aumente. Al margen de estos aspectos a
tener en cuenta a la hora de conducir, hay otro factor importante que interviene
de forma decisiva en la reducción del consumo como es el mantenimiento
mecánico.
Evitar
averías siempre es una fuente de ahorro y por eso es conveniente realizar
revisiones del motor, no retrasar los cambios de aceite y filtros y controlar
al menos una vez al mes que la presión de los neumáticos sea la correcta.
La ventaja
principal de la conducción económica, además de ahorrar dinero, es que gracias
a estas técnicas se contribuye rebajar la contaminación tanto ambiental como
acústica reduciendo al menos en un 15% las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Al estar
estas emisiones relacionadas con el consumo de gasolina o gasóleo si
disminuimos este consumo conseguiremos limitar en parte la contaminación.